Primero la Familia

Primero la Familia

Hace un par de semanas al acompañar a mi hija a que la recogiera el bus, se me acercó con la inocencia a flor de piel y me dijo: “¿Sabes algo papi? Estoy muy triste”. Yo inmediatamente le pregunte el porqué. Ella me respondió que ya casi no me veía. La cosa no paro ahí. El domingo Cristinita se sentó con su madre a realizar una tarea del colegio. La misión era comprender cómo se conocieron papá y mamá. Lo complejo del asunto nunca fue abordar como nos conocimos Ceci y yo, sino que Cris le pregunto a su madre lo siguiente: “Mami, ¿para papi es más importante eso de la política que la familia?”.

Todavía estoy pálido por su pregunta. ¡Obviamente la respuesta es definitivamente que no! No hay nada más importante que mi familia. Sin embargo, esta pregunta sí lo pone a uno a reflexionar sobre lo que estoy haciendo y los sacrificios que implica. Siendo muy honesto, hay muchas cosas que creo que puedo sacrificar por intentar transformar y renovar la manera de hacer política y dejarle un mejor país a nuestros hijos. Sin embargo, no estoy dispuesto a sacrificar a mi familia en el intento.

Toda mi vida he creído que lo más preciado que tiene uno es su familia. Esta es el núcleo esencial donde se incrustan los valores y desde donde se puede transformar verdaderamente la esencia de la sociedad. En todos los discursos que doy cierro hablando de la importancia de la familia. Que debemos recuperar a la familia como el centro de la sociedad. Que debemos volver a lo básico y como nos educaron los viejos. Que debemos volver a hablar de urbanidad, de ética, de civismo y de valores cristianos. Que debemos rescatar a la familia para poder recuperar el rumbo del país y sus valores.

Paradójicamente, tengo la mía descuidada. Es cierto que me puedo justificar diciendo que estamos trabajando por un fin superior. Pero hoy tengo que decirles que tengo el corazón espichado. Quiero y debo buscar un equilibrio entre poder intentar prestarle lo mejor de mí al país y a mi región, pero sin descuidar lo que más quiero y venero: a mi esposa y a mis hijos.

Honestamente no sé cómo lo voy a manejar. Pero debo encontrar el tiempo que es lo que al final me hace falta. Tiempo de calidad, porque aparte de que el que tengo es bien escaso, la ansiedad e incertidumbre siempre le juega una mala pasada a la cabeza. En muchas oportunidades estamos presentes pero con la cabeza en otro lado.  Aunque estemos en la recta final y tan solo nos queden 3 semanas para el día de las elecciones, debo hacer algo para ser coherente y darle toda la importancia al núcleo esencial de mi vida… mi familia.

Pararle Bolas a las familias, cuidarlas y protegerlas, es una de las principales razones que me impulsan a recorrer el departamento y convocar a la ciudadanía para que recuperemos el rumbo. En la protección de la familia colombiana  están depositadas todas las esperanzas de restaurar el orden social, los principios morales y la sana convivencia, porque en ellas está la semilla de todo nuestro potencial como seres humanos, de todo lo que somos y podemos ser. Para mí no hay nada más importante que la familia y por sus derechos voy a luchar al Congreso.

Artículo anterior
Artículo siguiente

3 comentarios en «Primero la Familia»

  • Rocío Ospina
    21 febrero, 2018 a las 7:12 am

    Siempre lo he dicho; la familia es el eje de todo. En mi amada Colombia se ha desatado un río de violencia en pueblos y ciudades los padres han dejado a los niños y la juventud en ese mar inmenso de dolor y desesperanza, muchos tienen familias disfuncionales donde no encuentran respuestas a sus preguntas. Siento la necesidad de dar consejos a los padres por tener a diario contacto con ellos y hacerles énfasis en lo importante que son los padres para los hijos, el tiempo que se les dedica, un abrazo y un beso diario los hacen fuertes y seguros para que sigan el Camino correcto y no se pierdan en la oscuridad. Teniendo familias llenas de amor para los hijos, tendrémos los mejores políticos del mundo. Dios los Bendiga.

  • German Caicedo
    20 febrero, 2018 a las 8:47 am

    Gabri quizá la forma
    Más bella de asociar ambas misiones : la familia y la sana política es involucrando a tu esposa , como ya lo haces y a tus hijos , dialogando sobre la importancia de trabajar en el
    Mejoramiento de la empresa como generación de empleo y riqueza ; pero también en el mejoramiento de las personas menos favorecidas .Ojala las llevarás a Asodisvalle o a los Samaritanos de la calle o a donde ANA Beiba y sus 120 ancianiros abandonados , allí veran la tristeza y la necesidad humana y porque quieres trabajar por el pais . Dios te bendiga !

  • Ceyda
    20 febrero, 2018 a las 8:08 am

    Bonito mensaje Gabriel.
    Aunque la imagen del político este tan degradada en todos los aspectos, vemos en ti esa esperanza de cambiar esa imagen y recuperar la credibilidad de los Colombianos.
    Un ejemplo de familia, es un ejemplo del político, Diría que va de la mano porque finalmente reflejará la esencia del ser humano.
    Éxitos en este nuevo camino, un ser humano con esa reflexión, nos augura un gran representante.

Los comentarios están cerrados.

A %d blogueros les gusta esto: