Hace casi un año iniciamos un camino, camino que a veces pienso que nunca dejó de ser una locura. La locura de querer hacer las cosas diferentes, de hablar de temas que nos son taquilleros y la locura de pensar que podíamos dar la pelea a pesar de las maquinarias electorales.

Hace 7 meses tomé por segunda vez en mi vida la difícil decisión de renunciar al cargo soñado. Hace unos 5 años decidí renunciar a Alquería (el mejor lugar en el mundo para trabajar), por estar cerca de mi familia y de regreso en mi tierra. No fueron años fáciles los últimos; muchos ajustes y noches largas donde la mente no descansaba. La llegada a la ANDI fue maravillosa y ya después de 5 años de cuadrar cargas, estaba empezando a sacar la cabeza nuevamente y a vivir más tranquilo. Justo en ese momento llegó la idea de intentar tener a alguien en la región que defendiera la generación de empleo, de ingresos y oportunidades, que defendiera a la empresa como el motor del desarrollo social y económico de un territorio.

¡Y yo me dejé pedalear!

Que era incierto. Obvio. Que teníamos pocas probabilidades de éxito si la lista era abierta. Afirmativo. Que no teníamos trayectoria política, ni votos. Cierto. Que no teníamos estructura ni maquinaria política. Así es. Que íbamos a hablar de asuntos económicos que son aburridos y técnicos. También.

Pero lo cierto es que había una oportunidad. La gente estaba mamada de los políticos. Mamada de los que si tienen todo lo que acabo de mencionar. Mamada de los que no presentan propuestas e ideas. Mamada de los que no hablan con coherencia de valores, principios y de la importancia de la familia en nuestra sociedad. De tener el bolsillo roto y que no se discuta como generar más ingresos y oportunidades. Mamada de que el Estado trate al pequeño, mediano y gran empresario como su enemigo y no como su mejor aliado. Mamada que se les prometa lo que nos se les puede cumplir.

Aunque yo pensaba que la locura acababa el 11 de marzo, esta apenas inicia. La responsabilidad es mayor. Ahora tenemos que hacernos moler y trabajar más duro que nunca. Tenemos la responsabilidad de no defraudar a la opinión que confió. Hoy me esta sucediendo algo no pensado, por donde voy la gente me para, me saluda y me dice algo que me sorprende más que la votación que saque; me dicen “ustedes son la esperanza de la región. Confiamos en vos.”

Eso es una responsabilidad gigante y no podemos ser inferior a ella. Le estaríamos cerrando el paso a las futuras generaciones para que participen en política. Le estaríamos cerrando la puerta en la cara al cambio. Le estaríamos dando un portazo a la transformación a la manera de hacer política. Sobre todo nos estaríamos dando un portazo a nosotros mismos.

Creo haber descubierto un nuevo rol en mi vida por accidente, pero al fin y al cabo se encontró. El del hombre del machete, el que va adelante del camino abriendo la trocha. Espero ser solo eso, un instrumento que invite y contagie a otros a trabajar por esta región y por este país.

Mi agradecimiento es infinito y eterno con todos ustedes por su apoyo. Dios los bendiga.

¡Gracias por Pararme-Bolas!

Si se podía y si se puede. Sigamos adelante que muy pronto se despejará el camino.

PRÓRROGA

A todos mis amigos más cercanos, a mi equipo de trabajo, a mi familia, a mi suegrito, a mis hijos y especialmente a Ceci; gracias totales por siempre haber creído y confiado en mi.