Son pocos los colombianos que no han visto el video donde aparece el senador Gustavo Petro recibiendo fajos de dinero en efectivo. Este ha levantado un universo de dudas y lo peor, es que cada vez que intentan dar explicaciones, las cosas en vez de esclarecerse, se empeoran y oscurecen más. Parece que para los “Decentes”, sin dinero no hay paraíso.

Lo que uno no puede creer, es que en lugar de aclarar el hecho, el señor salga a atacar. Lo que hemos visto hasta ahora por parte de Petro, como es su costumbre, es la de victimizarse y declararse perseguido por las “elites” y el establecimiento; con el turbio objetivo de deslegitimar las instituciones colombianas y así poder generar zozobra, caos y desconfianza.

El primer argumento que utilizó para defenderse fue decir que el video era una cortina de humo para desviar el debate de Odebrech y del Fiscal. NO señor Petro, el debate de Odebrech tendrá que seguir y haremos presión para llegar al fondo. Pero eso no significa que no exijamos que usted explique porque recibe altas cifras de dinero en efectivo, supuestamente de manos de quien posteriormente fuese contratista de su alcaldía. El segundo argumento que dio, fue que el dinero había sido un préstamo que le había otorgado el arquitecto Simón Velez. Lo cual fue desmentido de inmediato por el supuesto prestamista. En fin, a la fecha no se ha podido establecer con meridiana claridad de donde salió el billete.

Lo cierto es que esta no es la primera vez que el Senador con delirios mesiánicos se victimiza para defenderse ante un escándalo. Recordemos que hace un mes aproximadamente cuando la Corte Constitucional dejó en firme el fallo (que claramente no le favorece), puesto que en el se establece que todo colombiano que tenga multas vigentes o sanciones fiscales con el Estado, deberá cancelarlas si quiere posesionarse en un cargo de elección popular. Y como Petro tiene un par de multicas y sanciones, el senador optó por afirmar que esta decisión de la Corte y de la Contraloría Distrital de Bogotá eran un persecución y que estos organismos estaban cooptadas por Germán Vargas Lleras, quien según Petro, es el líder de esta confabulación.

Pero así como ha arremetido contra la Corte, la Fiscalía y la Contraloría, también lo ha hecho contra otros organismos que representan la institucionalidad, la cual ha sido declarada por el, como su mayor enemiga para sus aspiraciones populistas. Pongamos otro ejemplo. El pasado 22 de agosto el Concejo Nacional Electoral, en su ejercicio democrático, negó la personería jurídica al movimiento Colombia Humana. Decisión respaldada en diferentes argumentos jurídicos. La reacción de la “victima” fue como siempre arremeter contra los Magistrados y decir que únicamente buscaban cercenar sus derechos de oposición y dejarlo en desigualdad de condiciones. Pero su intención de sembrar dudas y desconfianza no se detienen nunca. Sino recordemos cuando el pasado 20 de mayo, unos días antes de las elecciones Presidenciales de primera vuelta, el entonces candidato Petro atacó a la Registraduría levantando dudas infundadas sobre la transparencia de las elecciones y afirmando que el software estaba adulterado. Un nuevo intento por fracturar la institucionalidad.

El listado de ejemplos es interminable. Como olvidar sus desacatos a la justicia mientras era alcalde. Lo cierto es que su objetivo claro es socavar la institucionalidad del país, generando caos y desconfianza por parte de los ciudadanos, con el único fin de hacer viable su proyecto político; un ejercicio populista, incendiario e irresponsable.

Debemos Pararle-Bolas y defender a nuestra institucionalidad. No la podemos dejar quebrantar. Nuestras instituciones son columnas y fundamentos que mantienen viva nuestra democracia y hoy se encuentra bajo asedio. Los colombianos tenemos que entender que nadie, ninguna persona, está por encima de la ley ni de las instituciones. Por ello este caso debe ser investigado hasta las últimas consecuencias.

Prórroga:

¿Que hubiese pasado si en vez de Petro, el protagonista hubiera sido un miembro del Centro Democrático? Seguro el país estaría incendiado por los opositores y la opinión publica. En el entre tanto, él no logra explicar lo que pasó.