2018 ¿Cambiará la Suerte?

2018 ¿Cambiará la Suerte?

“El 2017 fue definitivamente un año para olvidar para la industria manufacturera colombiana”. La frase es de mi exjefe el presidente de la ANDI Bruce Mac Master unos días antes de que llegara el niño Dios. No es para menos, la industria decreció a octubre del 2017 el 0.7% y las ventas retrocedieron el 2.7%. Lamentablemente esta situación no solo se ve reflejada en la industria. Se expresa en casi todos los aspectos de la vida nacional, miremos:

Económico

Los resultados económicos del país para el 2017 van a ser los más flojos de los últimos 8 años con un crecimiento del 1.7% aproximadamente, levemente por debajo del 2% del 2016 que ya era el más bajo crecimiento de los últimos 7 años. La tasa de desempleo ha venido creciendo levemente, pero consistentemente este año y en noviembre aumentó un 0.9%. La confianza del consumidor ha estado todo el año en terreno negativo. La inversión extranjera se fue a pique en el primer semestre del año y tuvo un repunte en el último trimestre.

Inseguridad

Claramente la inseguridad rural ha aumentado. Entre disidencias de las FARC, el ELN y la delincuencia común, hemos visto el renacer del secuestro y la extorsión. En las ciudades no podemos desconocer que ha disminuido el número de homicidios pero el hurto a personas ha aumentado de manera significativa. Aumentó el 19%.

Narcotráfico

Lamentablemente hoy no se puede realizar aspersión aérea y este flagelo quedó como delito conexo al acuerdo. Se establecieron unas penas muy bajas que no disuaden de cometer este delito y por ello se ha generado un crecimiento desbordado del área cultivada en Colombia. Como consecuencia de lo anterior, entre otros hechos, hoy tenemos 200.000 hectáreas con cultivos ilícitos. Para rematar, en las noches uno puede ver en las montañas del país, especialmente en las del Valle, Cauca y Nariño, cientos de lucecitas que desafortunadamente no son pesebres navideños sino laboratorios en plena producción. El narcotráfico que francamente nunca ha dejado de existir, se nos volvió a salir de las manos.

Salud

Rescatamos que la cobertura es casi total, sin embargo, la prestación del servicio es francamente inhumana. Los tiempos de atención para una urgencia son absurdos. Ni se diga del tiempo que transcurre para que se otorguen una cita médica con especialista, para realizar exámenes médicos, incluso en los casos de extrema gravedad del paciente. El acceso y costo de algunos medicamentos están por las nubes. Suena muy duro decirlo, pero se nos está muriendo la gente sin siquiera ser atendida.

Corrupción

Si en los anteriores llovió duro, por acá no escampa. Tenemos todo el portafolio; desde Odebrecht, las famosas pechugas del PAE que cobraban a “módicos” $40.000, el cartel de la toga, Estraval, la dulce mermelada y no me quiero acordar de más.

Institucionalidad

La confianza de los colombianos en las instituciones es muy pobre, por todo lo anteriormente expuesto. El presidente de la República cuenta con los indicadores más bajos de favorabilidad, el Congreso es una de las instituciones más desprestigiadas y con el escándalo de las Altas Cortes, el prestigio de la justicia quedó por el suelo.

Nos guste o no escucharlo, el país está en riesgo; pulula la corrupción, ha aumentado el hurto, resurgió el narcotráfico, tenemos baja credibilidad ciudadana en la institucionalidad democrática, la prestación del servicio de salud deja mucho que desear y la economía no va bien.

La pregunta del millón es: ¿Cambiará la suerte para el próximo año?

Yo tengo esperanza. En el 2018 todo estará en juego , pero no podemos dejar nada al azar. El país hay que rescatarlo y para poder cambiar la suerte debemos de tomar las mejores decisiones posibles.

Debemos recuperar la confianza en las instituciones y tenemos la oportunidad de escoger bien; tanto para el Congreso en marzo, como para la presidencia en mayo. Debemos buscar recuperar la economía con crecimientos permanentes mayores al 5%. Debemos enviar señales claras al mercado nacional como a los internacionales promoviendo la confianza inversionista y la seguridad. Debemos generar políticas públicas para la reindustrialización del país, el desarrollo agropecuario y agroindustrial. Debemos bajar impuestos. Debemos defender el empleo y la creación de nuevas oportunidades de ingreso. Debemos reducir los riesgos de corrupción en la contratación e imprimirle ética y transparencia a la gestión pública. Debemos imponer penas ejemplarizantes y disuasivas para los corruptos y narcotraficantes. Debemos sacar adelante una reforma a la justicia y a la forma en que se eligen los altos magistrados para despolitizar ese mecanismos de selección.

Debemos recuperar la autoridad, el imperio de la ley y el orden.

Parémosle-Bolas que en el 2018 podrá cambiar nuestra suerte, pero la verdad está en nuestra manos y en las decisiones que tomemos en las próximas elecciones. Estoy seguro que juntos forjaremos un nuevo amanecer para Colombia.

Prórroga

Feliz año para todos. Que Dios los llene de salud, bienestar, amor, prosperidad y muchas bendiciones. Los mejores deseos para el 2018.

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