Tecnicismo y Responsabilidad: El mayor reto del nuevo congreso

Tecnicismo y Responsabilidad: El mayor reto del nuevo congreso

A tan solo una semana de la posesión del nuevo Congreso de la República, poco se ha discutido sobre la nueva conformación del mismo, sus cambios y lo que representan. Así como las expectativas y retos que enfrentará el órgano colegiado.

El Congreso tendrá un papel crucial y definitivo en el desarrollo de la agenda del Presidente Petro y en el control político al gobierno, una responsabilidad donde debe primar algo que es difícil ver en las discusiones legislativas en Colombia, los argumentos técnicos. Más que medidas bien intencionadas nuestro país debe avanzar especialmente ahora en posiciones basadas en datos, experiencias comparadas, con estudios y mediciones para entender realmente cuales son los cambios necesarios.

Esta tarea recaerá sobre un congreso donde el 58% de sus caras son nuevas en la discusión legislativa, mostrando una profunda renovación del cuerpo colegiado, especialmente en la Cámara de Representantes, donde el 71.1% de los representantes llegan por primera vez al capitolio. Algunas de las caras nuevas tienen experiencia previa en cuerpos colegiados en sus municipios y departamentos, otros llegan con experiencia en el ejecutivo, sin embargo, muchos de ellos llegan sin experiencia previa en el sector Público. Por experiencia propia, debo decir que las dinámicas del Congreso, son complejas y requieren una curva de aprendizaje que solo se puede surtir de manera exitosa con disciplina, estudio y la confección de un equipo técnico, crítico y con amor por el servicio a la Patria.

Ante el afán del nuevo gobierno por tramitar sus reformas de manera expedita, esta curva de aprendizaje seguramente encontrará mayores obstáculos y dificultades, y es ahí donde las voces de la experiencia, los líderes dentro de las bancadas (no necesariamente actores mediáticos), y los voceros deben ser no solo una guía para el debate prudente y estructurado. Los principios rectores e ideas fundantes de los partidos deben reaparecer y la protección de la institucionalidad debe ser un marco rector en cualquier reforma. Cobrando mayor importancia.

Aunque mucho se ha discutido sobre la coalición de gobierno y la posición que asumirán los partidos, lo cierto es que queda mucha tela por cortar, si bien muchos acuerdos se han dado para respaldar la elección de las mesas directivas, para no oponerse a la totalidad de la agenda legislativa, se prevé una coalición de gobierno base, y la ampliación y reducción de la misma, dependerá del tema de discusión. Aquí los partidos independientes y de la nueva oposición serán fundamentales en estos debates, impulsando la moderación, la institucionalidad y sobre todo poniendo sobre sus intereses el interés del país.

A pesar que sigue y seguirá habiendo por algunas semanas incertidumbre sobre el comportamiento del congreso en esta nueva legislatura, la veeduría ciudadana, la presión social y del sector productivo debe ser permanente, su participación en foros, audiencias públicas y en general en el trámite legislativo será necesaria y debe ser asidua. La responsabilidad de construir país está en todos. Y ahí estaremos elevando las discusiones y exigiendo condiciones para el desarrollo del sector productivo, responsabilidad en el gasto, y tecnicismo en las decisiones.

 

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