Sodoma & Gomorra

Sodoma & Gomorra

Siempre he sido un fiel creyente de la importancia de las libertades individuales. Aun sin compartir muchas decisiones que pueda una persona tomar, sin vacilar he defendido el derecho de cada quien de poder actuar y pensar libremente.

No obstante, todo el ejercicio de derechos obliga también a cumplir con unos deberes. Si no, cómo vamos a mantener el orden social y la convivencia. Las libertades, los derechos, las prerrogativas, siempre deberían ir limitadas y circunscritas a no transgredir los derechos de otras personas. Mis derechos llegan hasta donde inician los de los demás. Esa es una regla de oro en democracia.

Aturde, sorprende, confunde y preocupa la forma en que el desarrollo jurisprudencial ha repercutido en una inversión de los principios y las sanas costumbres. El derecho en un país debe ser el reflejo de los valores que lo representan, pero no es así en Colombia. En un afán de garantizar ciertas prebendas, las Cortes en nuestro país se han equivocado en su ponderación de principios y derechos.

Vemos con asombro cómo las Cortes protegen criminales, mientras juzgan a nuestro héroes; declaran inconstitucionales normas que previenen el microtráfico, normalizando así el consumo de estupefacientes al tiempo que se habla de libre desarrollo de la personalidad. La libertad de expresión se ha convertido en la libertad de deshonrrar al contrario.

Hace pocos años evidenciamos cómo la Corte Constitucional indicaba que no era justa causa para terminar un contrato de trabajo que un colaborador llegase drogado a trabajar. Tan solo esta semana vimos cómo la misma Corte permitía con su fallo el consumo de dósis mínima y alcohol en los parques públicos. También hace poco la Corte decidió declarar que encontrar a dos niños teniendo sexo en el colegio no debe ser causa suficiente para poder excluirlos del plantel educativo. Hace unos meses, Colombia reclamaba indignada, y con razón, porqué se multaba a alguien que comía una empanada en la calle. Ahora vemos a unos togados avalar el consumo de marihuana, cocaína y alcohol en los espacios públicos. ¡Hágame el bendito favor! Estos señores nos están dejando todo patas arriba.

¿Son acaso más importantes los derechos de los consumidores de drogas y de alcohol, que los de nuestros niños y los de la familia? ¿Es más importante que se pueda consumir drogas que las estrategias para combatir el tráfico de estupefacientes? ¿Prima el derecho al desarrollo de la sexualidad que el derecho de un Colegio a reservarse la potestad de sancionar a quienes no cumplan con su manual de convivencia? Como estos, son muchos los ejemplos de fallos que a mi juicio desestiman los derechos colectivos al intentar desarrollar los derechos individuales. ¡Que anarquía! Se invirtieron los valores y las buenas costumbres. Nos están generando una crisis en nuestras familias y poniendo en riesgo a nuestra niñez y a la juventud. En fin, están destruyendo el orden social.

Tenemos que Pararle-Bolas a la escala de valores en la que se mueve nuestro país. Debemos pararnos firme en la defensa de los principios, de las buenas costumbres, de los niños, de los jóvenes y de la familia. Si no, apague y vámonos. Los jueces, deben garantizar la aplicación y la garantía de derechos, pero también tienen la obligación de ser los garantes y protectores del orden social.

El romanticismo de los jueces, no es el mejor consejero ante la realidad sociológica y moral de nuestro país. Las drogas no elevan el espíritu ni edifican al ser humano, al contrario, lo destruyen, esclavizan y degradan a la peor condición. Basta ver las ollas que aun existen en las grandes ciudades y que las autoridades con denuedo intentan erradicar.

Colombia debe ser un país de libertades, pero jamás de libertinaje o esto se nos puede volver en tierra de nadie, en un estado de naturaleza de todos contra todos, en una sociedad donde se inviertan todos los valores y todo sea relativo, en donde finalmente prime el instinto individual sobre el interés colectivo, como en la historia bíblica de Sodoma y Gomorra.

PRÓRROGA:

Duele que el Arzobispo de Cali este de acuerdo con que se consuma alcohol y droga en los parques. La Iglesia siempre ha sido nuestro pilar moral y una abanderada de la protección de la familia y los derechos de los niños. No podemos flaquear ante semejante crisis de valores por la que atraviesa nuestra sociedad. Afortunadamente la Conferencia Episcopal rechazó el fallo.

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5 comentarios en «Sodoma & Gomorra»

  • Néstor Hugo Millán,. PhD
    9 junio, 2019 a las 7:31 pm

    Honorable Senador .
    Empiezo este comentario así porque entre todos los Congresistas Usted está entre los pocos Senadores Honorables a diferencia de los farcos , los Benedetti y los Alexander Lopez que pululan en el Congreso.
    Pues claro que Usted no puede realizar obras o prestar servicios públicos pues Usted no pertenece a la Rama Ejecutiva del Poder Público.
    De otra parte , no hemos podido conocer el fallo completo de la Corte Constitucional pues aún no ha sido publicado. Lo que sí conocemos es la intención del fallo donde se le está dando tratamiento de derecho absoluto al libre desarrollo de la personalidad lo cual contrasta con la jurisprudencia reiterada de la Corte en el sentido de que NO HAY DERECHOS ABSOLUTOS.
    Le sugiero a Claudio que , en su momento , lea el salvamento de voto de mi profesor de Doctorado , Carlos Bernal . Ese salvamento sí es una verdadera Obra Magistral en el Derecho Constitucional Colombiano .
    Respecto del Arzobispo de Cali : PERDONALE SEÑOR PORQUE NO SABE LO QUE DICE .

  • Nelson Amaya
    9 junio, 2019 a las 3:40 pm

    La referencia del arzobispo de cali,no extraña,todos los secuestros echos por el ELN este obispo y piedad cordaba,siempre estaban de manera prebilegiada por la Guerrilla listos a su entrega,!eso no fue gratuito! Además los mayores violadores de niños están en la curia,de modo que de que nos quejamos?

  • Jaime Salazar
    9 junio, 2019 a las 3:18 pm

    Excelente Comentario.
    Este Arsobispo de Cali, me tiene ad—portas de cambiar de religión. No es la primera vez que demuestra su orientación de extrema izquierda. Más parece unmiembro más de la guerrilla.

  • Fui Un Amigo
    9 junio, 2019 a las 2:29 pm

    Senador… le recuerdo que en un país como Colombia, pesan más los hechos que las palabras. De Usted solo recibo palabras y discursos, pero nada ejecutado (hechos) que haga avanzar al país… así es muy fácil ser senador. Lastima, con la preparación que Usted tiene, es un claro ejemplo de que el conocimiento y la profesión no sirven de nada en una mente que no ejecuta y deja un mundo mejor. Hace mas un cura recolectando fondos que Usted peliando y no desarrollando al menos: Una Ley!

  • Claudio Ramírez
    9 junio, 2019 a las 1:55 pm

    Déje de confundir y propagar falsedades. Cumpla su tarea eficazmente senador. Lo invito a que lea el fallo sin sesgos ni prejuicios y luego si controvierta.

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