Mermelada vs Representación

Mermelada vs Representación

Los colombianos hemos recibido en los últimos días la noticia de que la coalición de gobierno del presidente Iván Duque podría sumar 2 importantes partidos políticos, Cambio Radical y el Partido de la U. Este hecho demuestra que las políticas del gobierno Duque se han orientado a trabajar temas transversales para la mayoría de colombianos con logros que empiezan a ser reconocidos por los diferentes actores de nuestro sistema político.

Sin embargo, la llegada de estos nuevos partidos ha levantado polémica, calificando la adhesión de los mismos como el inicio de la “mermelada” en la era Duque, un gobierno que prometió “cerrar el grifo” de la repartición de beneficios burocráticos y auxilios parlamentarios, lo cual ha cumplido con creces. Y es aquí donde quisiera detenerme para explicar la diferencia entre la legítima representación política, presente en la gran mayoría de democracias occidentales, y la corrupción que significa la entrega de contratos a dedo, el aumento desmedido de la burocracia, la compra de votos y publicidad, entre otros actos que hacen parte de la politiquería y el clientelismo tradicional, hechos que nada tienen que ver con la gobernabilidad de un país, y que por el contrario desangran el erario público.

La representación política es un concepto antiguo que se desprende de los gobiernos de coalición, donde 2 o más partidos políticos deciden unirse bajo una agenda de gobierno conjunta, la cual puede ser pactada después de la elección. Siendo una agenta pluripartidista se espera que aquellos que hacen parte de la coalición puedan tener participación en el gabinete gubernamental con el objetivo de aportar en el cumplimiento de la agenda de gobierno trazada por todos. Es importante reiterar que la representación entregada a los miembros de la coalición tiene un fondo programático e ideológico donde se apunta a cumplir las metas del gobierno.

La representación política en gobiernos pluripartidistas, es encontrada en los diferentes sistemas democráticos, incluso en aquellos que lideran el ranking anticorrupción. Casos como el de Nueva Zelanda o el reino de Holanda, donde los acuerdos de coalición especifican participación en el gabinete, son una muestra clara de la legitimidad de esta práctica política.

Sin embargo, la representación política no puede ser confundida con clientelismo y corrupción, lo que en Colombia hemos denominado “mermelada”. Esta práctica Ilegítima, nada tiene que ver con acuerdos programáticos ni agendas políticas, por el contrario, se trata de “comprar” la defensa del gobierno con las arcas del Estado. Para poner un ejemplo, esto implicaría la entrega de contratación a dedo a congresistas o partidos políticos sin importar si estos aportan al desarrollo del gobierno, legitimando el famoso “CVY” (como voy yo ahí). Esta práctica nefasta aumenta la burocracia estatal solamente para cumplir los intereses de terceros, dejando de lado la eficiencia del Estado. En conclusión, se trata de entregar prebendas a cambio de un apoyo irrestricto y ciego a un gobierno.

Por último, mientras la representación política únicamente existe entre miembros de la coalición, la mermelada puede ser entregada a cualquier tipo de actor político o civil.

Como ciudadanos no podemos caer en el error de mezclar y confundir conceptos, o correríamos el riesgo de satanizar la legitimidad de los acuerdos democráticos que permitan el cumplimiento del programa de gobierno elegido por la mayoría de colombianos.

Quiero finalizar dejando en claro que el Presidente Duque hoy continúa cumpliendo con su promesa anticorrupción de no entregar mermelada a los políticos, mientras avanza con acciones legítimas en la conformación de mayorías que permitan sacar adelante las leyes y programas que garanticen un mejor futuro para todos los colombianos.

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2 comentarios en «Mermelada vs Representación»

  • Nestor Hugo Millan Mendoza , . PhD
    2 febrero, 2020 a las 5:32 pm

    Sí , dentro del marco planteado por el Senador son los partidos de gobierno los que deben seguir el norte trazado por el gobierno y no a la inversa como sucedió en el gobierno de Virgilio Barco . Con el partido Cambio Radical y , sobre todo , con el partido de la U el gobierno debe establecerles unas condiciones claras pues fueron éstos los más beneficiados de la tristemente célebre mermelada estimulada por el politiquero Juan Manuel Santos .

  • JULIAN ANTONIO BEDOYA MENESES
    2 febrero, 2020 a las 11:57 am

    Es importante la participación de los partidos políticos en el cumplimiento del plan de desarrollo nacional, sin embargo, hay que tocar este tema con guantes de seda, porque en el camino se podría confundir esa participación política como acuerdos democráticos y simplemente convertirse en la misma práctica de mermelada dejada por el gobierno anterior. Bienvenidos los acuerdos programáticos, pero donde el eje central sea Colombia y no un partidismo.

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