La Justicia en la Lona

La Justicia en la Lona

En 1992 decidí salir de Cali para irme a Bogotá a estudiar mi pregrado en derecho en la universidad de los Andes. Estudié ilusionado en poder conocer cómo funciona el Estado de derecho y defender la división e independencia de las tres ramas del poder público. Me cautivaba la idea de que en una sociedad existieran derechos y deberes, aunque hoy parezca que como sociedad solo quisiéramos disfrutar de nuestros derechos sin tener muchos deberes que cumplir. Es más, lo que nos molesta es que nos los exijan.

Creía como joven ingenuo aún, que a través de la justicia se podía ayudar a resolver los conflictos entre las partes y mantener en la sociedad cierto orden y equilibrio. Lo que más me gustaba del derecho era que la justicia debía ser el mecanismo para que los que tenían la osadía de transgredir la ley, pagaran las consecuencias de sus actos.

Con el pasar de los años, (la verdad no muchos), dos años después de graduado, me alejé de mi carrera para nunca regresar al ejercicio profesional del Derecho. Sin embargo, si continué con el sueño intacto de trabajar por una Colombia con legalidad, donde se respete el Estado de derecho, la independencia de los poderes, se garanticen los derechos de las personas, se exijan los deberes y se falle en justicia.

A pesar de ello, ese anhelo sufre permanentemente golpes. Hace más de un año conocimos el caso del Cartel de la Toga, que dejó por el suelo la credibilidad de las altas cortes. Esta semana que pasó le propinaron un par de golpes muy fuertes contra los que debemos ponernos de pie y responder unidos como sociedad.

El primero de ellos se dio el pasado viernes, cuando la Justicia Especial para la Paz (JEP) aprobó la segunda instancia para los casos de personas solicitadas en extradición cuando hubiese cometido delitos posteriores a la firma del acuerdo de paz. Asunto que se había definido con absoluta claridad por el Congreso que no podía pasar. Quedó absolutamente claro, perdón, quedó literalmente expresado en los actos legislativos, que el que cometiese un delito posterior al acuerdo, sería juzgado por la justicia ordinaria sin ningún tipo de beneficio, respetando así el principio de no repetición. El fallo de la JEP viola abierta y flagrantemente el Estado derecho y la división de poderes. ¿O ahora ellos van a legislar y en este caso remplazar al constituyente derivado que es el Congreso de la República?

Por otro lado, ¿no es injusto que no todos los colombianos gocen del beneficio de la doble instancia? Preguntémonos: ¿cuantos colombianos presuntamente inocentes no gozan de este beneficio? ¿Por qué un delincuente de lesa humanidad, que ha cometido los peores crímenes tiene este trato especial? Es indignante pensar que mientras algunos colombianos presuntamente inocentes se pudren en una cárcel buscando una segunda mirada a su caso, varios criminales con una carrera delictiva a sus espaldas sí puedan gozar de esta garantía.

Duele ver como en nuestro país tenemos una institucionalidad debilitada, que le otorga generosos beneficios a los peores criminales y les despeja un camino expedito hacia la impunidad.

El segundo golpe si nos envió a todos a la lona y era lo que nos faltaba, la cereza en la punta del pastel. El viernes que acaba de pasar se capturó (enhorabuena), al fiscal Bermeo de la JEP en compañía de varios de sus secuaces, recibiendo un soborno por $500.000 dólares para torpedear la extradición de Jesús Santrich. Un acto vil de corrupción, el cual espero sea sancionado con toda la fuerza de la ley. Este nuevo acto de corrupción prende todas la alarmas y generó importantes interrogantes sobre la Justicia Especial para la Paz (JEP) y sobre sus integrantes.

Este hecho desnuda una vieja pero vigente alianza entre narcotráfico y FARC, donde una vez más los actores al margen de la ley buscan comprar la institucionalidad del Estado para proteger sus miembros criminales y evitar que salga a la luz publica la verdad.

Esta misma corte de carácter transicional, ha estado inmersa en otros escándalos donde siempre hay un elemento en común: el camino hacia la impunidad y el favorecimiento al criminal.

Esta semana se vence el plazo del Presidente Duque para tomar una decisión sobre la ley estatutaria de la JEP. Confiamos en que tomará la determinación correcta en el camino de la recuperación de la majestad de la justicia.

Debemos Pararle-Bolas al ejemplo que como Estado y desde la institucionalidad damos, para así poder enviar de nuevo un mensaje de confianza y legalidad a nuestros ciudadanos. Debemos trazar una hoja de ruta clara para lograr un país donde se cumpla la ley, se garanticen los derechos, se exijan los deberes, se respete la independencia de los poderes públicos y donde el que la hace la paga. Debemos mantener vivo el sueño de millones de colombianos de ver una Colombia con una justicia pronta, eficaz y digna.

Artículo anterior
Artículo siguiente

4 comentarios en «La Justicia en la Lona»

  • Óscar Orlando Quintero Lozano
    4 marzo, 2019 a las 5:38 pm

    Lo he dicho y lo itero una vez más: la JEP fue el engendro creado por el sinvergüenza y traidor de Juan Manuel Santos de consumo con sus amigotes y camaradas de las farc para bendecirle sus innumerables delitos; un circo sin precedentes con cargo al pueblo Colombiano que -por suerte un puñado solamente- siguen creyendo que es la panacea judicial cuando sus resultados están a la vista: embolatar la extradición de Santrich y como si fuera poca el dinero con cargo a nuestros impuestos compiten con el cartel de la Toga con la diferencia que es pago con dólares. El Presidente Iván Duque debe objetar de plano esa sinvergüenceria siendo coherente con su posición y con su partido el Centro Democrático que lo llevo a la Casa de Nariño. Razón tiene Fernando Londoño cuando clamó las trizas del leonino acuerdo…

  • Ivan Quintero
    4 marzo, 2019 a las 9:26 am

    Una radiografía de lo que es hoy la justicia, a esto solo quisiera agregarle algo. El narcotrafico se convirtió desde hace décadas en el auspiciador de los narcoestados. Lo vivimos con Samper, lo vivimos con gaviria, con Santos. Lo vive Venezuela desde el 99, lo esta viviendo Cuba, Nicaragua y lo inicio a vivir México. Con el fracaso del comunismo, el apoyo económico de la antigua urss se les acabo y tuvieron que recurrir a este medio de financiamiento para seguir sosteniendo su farcsa.

  • Irma Bastidas
    3 marzo, 2019 a las 9:29 pm

    Lo único que tengo seguro, es que confío en este gobierno, en los congresistas del CD y del presidente, para eso el pueblo los eligió, para que no allá más impunidad, que el que la hace la paga, acabar de una vez por todas con esa famosa JEP, que es un nido de delincuentes, extraditar a Santrich, Iván.Márquez y el paisa. Y seguir con el ELN, con esto Colombia encontrará nuevamente su rumbo, vivir en paz y con justicia. Así que a gobernar con sabiduría, si se pude Señor Presidente y congresistas ADELANTE!!!

  • Néstor Hugo Millán , . PhD
    3 marzo, 2019 a las 7:56 pm

    Señor Senador .
    En su último blog está Usted poniendo el dedo sobre uno de los cuatro problemas crónicos más graves al interior del Estado Colombiano : La corrupción al interior del sector de la Justicia .
    Y , claro ; la excepción a ese estado de cosas no podía ser la mal llamada Justicia Especial para la Paz pues ni es justa ni propugna al logro de la paz de Colombia .
    No le ha faltado razón al Doctor Iván Duque cuando , desde la campaña presidencial , le prometió a los Colombianos que le haría ajustes al proceso de paz de la farc suscrito con Santos. Y , precisamente , uno de los tantos ajustes hay que empezar por hacerlo al interior de la mal llamada jep . Es que los miles de niños secuestrados por la farc , muchos de ellos desaparecidos y otros asesinados , son delitos de lesa humanidad que no pueden quedar impunes . Y qué no decir de las miles de niñas violadas y muchas de ellas obligadas a abortar . Por éstos y tantos otros hechos , le solicitamos al Señor Presidente de la República no promulgar la ley reglamentaria de la jep pues es absolutamente inconveniente para los centenares de Miles de víctimas de la farc en todos estos años de barbarie protagonizada por ésta agrupación ilegal.
    Y como si todo lo anterior fuera poco , ahora la jep es sorprendida , a través de uno de sus fiscales , realizando más hechos tendientes a cumplirle a las farc uno de sus tantos propósitos delincuenciales : evitar la extradición de ” Santrich ” a como dé lugar pues bien sabe las farc que en la fila de extradiciones están , también , ” Iván Márquez y el ” paisa ” , entre otros , por su clara actuación de traficantes de droga a USA .

Los comentarios están cerrados.

A %d blogueros les gusta esto: